En el espacio nadie puede oír tus gritos. (o eso dicen en Alien... igual debe ser verdad por que como no hay aire y eso)
Más encima, si eres un mono astronauta, nadie puede entender tus gritos. Bueno, quizá los otros monos, pero viajé solo.
El punto es que, ya que nadie me puede oír/entender, y gracias a que en el CECEMLP (Centro de Entrenamiento Comunal Espacial de Monos de Lo Prado) nos enseñaron a escribir en blogger y a usar pañales, no me cago sino que escribo aquí. Uh uh ah ah.
Entonces, es así como llegamos al por qué de este blog.
Mis aventuras, mis misiones, mis sueños, mis videos (si, estoy aprendiendo a hacer videos por e-mail) las fotos de viajes pasados y futuros y las tristes y desgarradoras cavilaciones de este pequeño mono capuchino que se aventuró sin esperanzas en el vacío de la inmensidad sideral serán recopilados en este espacio. Junto a todo lo que me encuentre por aquí, claro. Ayayai. La bitácora que hoy vemos nacer fruto de mi esfuerzo de primate estelar estará, espero, llena algún día.
O moriré por falta de oxígeno, que veo que está quedando poquito. Lo que pase primero. Uh uh ah ah!
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