¿Creyeron que yo viajo solo? Já, tontos de ustedes. Pues nada sería de mi entereza mental/emocional si no fuera por Sally, mi compañera de viaje.
Trece años he viajado junto a ella, se entiende que ya está un poco vieja. Sin embargo, sus debilidades no son nada comparado con lo bello de su ser, su lealtad y su cariño. Obvio que ocupa un buen lugar en mi corazón de macaquín.
Así que le saco fotos. A veces, tampoco tantas. Y esto se extiende al resto de su especie, hermosos no solo como compañeros sino también en la más absoluta (y envidiada) libertad. Salud.
Así que le saco fotos. A veces, tampoco tantas. Y esto se extiende al resto de su especie, hermosos no solo como compañeros sino también en la más absoluta (y envidiada) libertad. Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario